martes, 27 de diciembre de 2011

Mazdaznan ciencia de la respiración


PRIMERA LECCION

DISERTACION PRELIMINAR

Puesto que existimos en un mundo de sensaciones y que el conocimiento del objetivo depende del estado de nuestros sentidos, es natural que deseemos ejercitar el poder o facultades de los mismos del modo más conducente a nuestra felicidad. Analizando la condición en que se hallan podemos apreciar que si alguno o algunos de ellos funcionan imperfectamente nos falta comprensión para interpretar lo que depende de sus funciones. Por esta razón es muy importante corregir cualquier defecto que notemos y creemos que en nuestro poder está hacerlo. 

Dios y la Naturaleza han dotado al hombre con doce sentidos, siete de ellos vulgarmente conocidos : vista, oído, olfato, gusto, tacto, sentimiento e intuición. Los cinco sentidos restantes o sentidos intermedios son poco conocidos, casi considerados como fenómenos; pero los que se dedican al estudio de las más sútiles facultades del hombre los conocen, como : Transmisión del pensamiento, Telapatía, Clarividencia. Discernimiento espiritual y Verificación

No son raras las personas que poseen en mayor o menor grado el desarrollo de algunos de dichos sentidos; a estas personas se las supone muy equivocadamente dotadas con dones excepcionales o sobrenaturales cuando en realidad no poseen más que la floración de sentidos generalmente ignorados. La perfección del hombre o de un instrumento, el cuerpo, el bienestar, la salud depende necesariamente del grado de evolución de sus doce sentidos y el desenvolvimiento de estos depende de las siguientes cláusulas en las cuales se basa la higiene física, moral y mental
1. --- El poder acumulador de Ga-Llama, el principio atómico y centralizador de la vida o el germen de la luz. 
2. --- Del poder o capacidad respiratoria. 
3. --- Generación del flúido eléctrico por la expansión de los ganglios del sistema nervioso. 
4. --- Regularización de la circulación de la sangre por el perfecto funcionamiento de los pulmones. 
5. --- Distribución rítmica de la sangre por todo el cuerpo en virtud del movimiento funcional del corazón. 
6. --- Equilibrado desarrollo de las células cerebrales. 
7. --- Germinación del pensamiento por medio de las vibraciones de la medula espinal. (Shusumna). 
8. --- Espansión de los círculos magnéticos por las vibraciones de los centros del nervio simpático. (Kundalini). 
9. --- Asimilación perfecta de los alimentos por la total digestión. 
10. --- Purificación del cuerpo por medio de su propia actividad. 
11. --- Generación del flúido vital o Regeneración por las funciones de los órganos superiores hacia la conservación de la vida. 
12. --- Conservación de las energías y conciencia de Todo lo existente. 

Atentos a los intereses humanos y teniendo en consideración la importancia y trascendencia del estudio del Aliento hemos formado algunas reglas para ayudar a establecer el funcionamiento perfecto de todos los sentidos. Cada sistema tiene un método o reglamentos por el que sus adeptos esperan lograr la realización de sus aspiraciones. 

El régimen y reglas que se ensenan en la filosofía de Mazdaznan, no son de moderna invención y no es necesario mentarlos, puesto que han sido ensayados y experimentados en todas épocas por muchos pueblos bajo distintas zonas y diferentes condiciones y el resultado ha probado siempre la excelencia y eficacia del sistema. Todos los medios tienden hacia el mismo objeto y nos son tan necesarios corno el tenedor y el cuchillo de los que nos servimos para comer, y tienden a adquirir nuevas luces aprendiendo a darles su verdadero valor. El acto de respirar y las actitudes por los cuales lo ejecutamos son diferentes métodos para adquirir una victoria duradera. El que desde luego posee determinadas luces adquiere otras y el que está desprovisto de esta clase de conocimientos llega a la comprensión de la verdad. 

Nosotros no pedimos a nuestros discípulos ningún sacrificio, nada desagradable, ni molestias ni humillaciones, sólo resolución y esta resolución debe ir acompañada de voluntad de concentración. Cuanto más se concentre en lo que se ejecute y con más fidelidad y resolución se observen las instrucciones recibidas y más religiosamente se practiquen los deberes que nos imponen, tanto mejor será el resultado que se obtenga; infinitamente mejor de lo que se hubiera esperado. 

Cuando se siente el ánimo deprimido y el corazón desalentado por las contrariedades de la vida, colóquese el cuerpo en una actitud de laxitud o relajación y expírese diciendo: "Dios mío, estoy cansado del peso de la vida". Inspírese en seguida murmurando: "Yo soy todo en todo". Inmediatamente se sentirá el ánimo reanimado. La esperanza se ha renovado y de nuevo se verifica y restablece la confianza en sí mismo. De nuevo se sienten energías para continuar la lucha por la existencia. Cuanto más respiremos en estado de relajación, con más intensidad sentiremos que a pesar de todo la vida merece vivirse. 

Algunas veces se nota como una noción o idea de la vaciedad y futilidad de todas las cosas de la vida y otras veces se siente uno animado por un nuevo incentivo o estímulo; este estímulo se debe a la inspiración recibida en un momento de relajación inconsciente. La Naturaleza misma nos coloca en esta condición; de otro modo sería imposible adaptarse a los ejercicios respiratorios. El hombre bien centralizado que conserva sangre fría en cualquier emergencia, es el que respira naturalmente de un modo regular y profundo. Esta ventaja en él natural, tiene su origen en haber sido concebido bajo la influencia de corrientes respiratorias favorables, aunque la madre no tenía conciencia de ello. El hombre que respira rápidamente, está en constante tensión y pierde fácilmente la serenidad y la cabeza; se halla en continua distracción, sus proyectos fracasan, nada resulta según su deseo, se queja siempre y encuentra defectos en todo lo que le rodea, sin darse cuenta ni pensar por un momento que uno mismo es el creador de sus propios éxitos o desaciertos. 

Si se sufre con frecuencia indisposiciones y el poder respiratorio es poco, debe tenerse presente la necesidad de practicar los ejercicios respiratorios dados en este curso. 

Si se nota dificultad o molestia al inspirar plenamente, es prueba de escaso desarrollo pulmonar, y debe tenerse por norma respirar con frecuencia lo más plenamente posible. 

Se ha de respirar sin tensión ni esfuerzo. Primero expírese y luego inspírese con la mayor regularidad posible; esto debe hacerse unos minutos cada hora para ir acostumbrando el sistema a inhalaciones profundas. No debe tolerarse nada que oprima el cuerpo. Los vestidos se han de llevar sueltos para que el pecho y diafragma puedan extenderse fácilmente. Se debe respirar andando o sentado, cuando se come, cuando se bebe, cuando se trabaja, en el paseo; siempre y profundamente. Cuanto más se cuide la respiración más pronto se mejorarán las condiciones físicas; se normalizará la circulación de la sangre y su oxigenación se hará más completa. La sangre purificada reavivará las funciones de otros órganos desapareciendo condiciones perezosas y eliminándose materias descompuestas. 

Hay que ser perseverante y respirar con calma en cada hora durante algunos minutos para así ir acostumbrando poco a poco el organismo a las profundas inhalaciones. La expansión muscular del pecho por sí sola, no es prueba suficiente para demostrar una gran capacidad de respiración, siendo la libertad y la facilidad con la cual se respira lo que nos da la medida exacta. 

Cultura física sin adecuada respiración durante la práctica de las diferentes actitudes y movimientos, no tiene valor substancial; porque aunque se desarrollen ciertos músculos, es a expensas de otras partes del cuerpo y en cuanto se deja de practicar los ejercicios físicos el cuerpo vuelve a su primera condición. Lo mismo sucede con el masaje; el resultado no es permanente. Los ejercicios respiratorios no solamente favorecen la circulación sino que actúan también sobre los músculos por medio del sistema nervioso, del que depende la fuerza muscular; los músculos se conservarán en su natural estado, dotados con el poder necesario para determinados actos y consecuencias. Los atletas, a pesar de su desarrollo muscular padecen con frecuencia complicadas perturbaciones orgánicas y no pueden presentarse como modelos de talento ni resistencia. No es sólo la potencia de los músculos la que ejecuta proezas de vigor y fortaleza, sino la fuerza vital que les ha sido comunicada por el poder del aliento. 

Nos agrada la vida del campo, y subir a las montañas principalmente por la pureza del aire que se respira en ellas, que presta nuevas fuerzas a nuestro empobrecido organismo. Nos gusta vagar por las orillas de los ríos y aspirar las suaves corrientes de aire que forma el movimiento de las aguas. Acudimos a las playas seducidos por la belleza del mar y la bien hechora influencia de las brisas marinas. 

Pero no es necesario ir de una parte a otra para encontrar aire. El milagroso restaurador está en todas partes y solamente nos falta aprender a emplearlo. Y a este fin es donde las palabras del Bienaventurado se hacen más inteligibles a nuestros oídos: " Venid y tomad sin restricción el agua de la vida; el que oiga que venga. ¿Por qué os detenéis? ¿Por qué os quedáis? Lo que buscáis está cerca de vosotros. La edad de oro cantada por los poetas es ahora. El paraiso de qué hablan los profetas está aquí. Los misterios de la vida que han sido un enigma para los filósofos de todas las edades están aclarados. El reinado de la paz y felicidad, donde penas y pecados, pobreza y disensión son palabras sin sentido. El reinado por el qué los redentores han sufrido y perecido se ve al fin realizado". La compensión del sentido de la vida y la solución y realización de sus problemas depende de conocimiento de Dios, fuerza divina que en todo alienta, y porque conocer a Dios es vida eterna. 

El estudio de la respiración es demasiado serio e importante para que pueda ser tratado de un modo superficial. Nosotros nos proponemos exponerlo paso a paso, de un modo sencillo y claro, comprensible para todos, sin inútiles definiciones, porque no se ha de perder el tiempo aprendiendo definiciones cuando el conocimiento de los problemas de la vida está pendiente del desarrollo de la capacidad de comprensión de cada uno. 

De un instrumento bien afinado se desprenden tonos perfectos. Es probable que el músico ejecutante ignore muchas veces qué número de tonos son necesarios para que la música resulte armoniosa, ni sepa tampoco cómo se afina un instrumento; pero si el instrumento está completo y las clavijas en su lugar, puede aprender a afinarlo si tiene interés en hacerlo. Las melodías dependen del ejecutante y los sonidos del instrumento, y si los dos se unen en armonioso acuerdo el conjunto será perfecto. En realidad sólo existe una armonía y un sonido único. Todos los tonos surgen y se funden en el básico sonido. La armonía es música, pero puede haber música que no sea armónica. Un instrumento puede estar construido con todos los elementos necesarios para la emisión perfecta de los sonidos; pero si está desafinado las melodías que en él se ejecuten resultarán inarmónicas. ¿Qué hay que hacer? ¿Sería justo hacer responsable de este resultado, al instrumento, al ejecutante o al fabricante? No, no lo sería; afínese la posición de las clavijas y el desconcierto estará corregido. 

Hay instrumentos que no pueden confiarse a otros aun habiendo personas capaces de afinarlos tan bien y hasta mejor que nosotros mismos. 

Y hay un instrumento que no puede con fiarse a nadie. Se pueden pagar cinco mil pesetas por un buen piano y luego revenderlo o cambiarlo por otro. Por medio del trabajo se puede ganar lo necesario para vivir y el trabajo puede uno procurárselo. Pero nuestro cuerpo, que es el instrumento que no ha sido hecho por la mano del hombre, cuando sufre alguna alteración, cuando se desafina, no puede ser arreglado ni afinado por el hombre. Al hombre le faltan instrumentos y poder para ello. Solamente Dios puede lograrlo y Dios vive individualizado en nosotros mismos. Nunca se es bastante sabio para aconsejaros, ni maestro con suficiente experiencia para guiaros, ni médico bastante instruido para asistiros

El instrumento que nos ocupa es nuestro cuerpo, el más complicado y delicado de los mecanismos y a nadie puede confiarse su cuidado. Es nuestro cuerpo y somos nosotros los que debemos atender a su funcionamiento y a corregir sus defectos. La anatomía, que es la geografía del cuerpo, no proporciona más conocimientos que los nombres con que se distinguen sus diferentes partes. El estudio de las ciencias no mejora las condiciones del cuerpo. La afinación de este instrumento, debemos hacerla nosotros mismos. ¿Pero, cómo? ¿Por qué medios? Respirando. Aspírese Ga-Llama, el principio centralizador de la vida, la esencia de nuestro ser, el principio por el que se existe, Ga-Llama que redime y vigoriza, que inspira a sabios, filósofos y redentores. 

Ga-Llama que abre las puertas de la inteligencia y derrama la luz de la sabiduría que es vida eterna. 

Inspírese con la conciencia de sí mismo, de Ga-Llama que forma el tejido de la existencia colectiva que está en nuestro ser básicamente y a nuestro alrededor exteriormente. 

Para participar de Ga-Llama debe concentrarse el deseo de atraerlo, como deseamos atraer a Dios cuando queremos sentir su presencia. Sin un deseo vehemente de atraerlo no se recibe aunque esté cerca de nosotros y en nuestro mismo ser básicamente. Es posible que se hayan sentido sus efluvios mágicos, pero entonces no se sabía su significado ni su origen. 

La comprensión de las cosas tanto si son de naturaleza filosófica como de otra clase depende del grado de desarrollo de las funciones cerebrales que revelan de un modo correspondiente la condición o estado de los sentidos. 

Lo primero que uno se debe a sí mismo es afinar el instrumento de nuestro cuerpo empleando medios que aseguren resultados inmediatos a nuestro mejoramiento. 

Antes de empezar los ejercicios que se emplean en el sistema de Mazdaznan para alcanzar los altos atributos correspondientes con el Supremo en Espacio, Tiempo y Causa o sea Zarvan Akarana de la filosofía, debemos atender al cuidado de la respiración material regularizando la misma al grado conveniente para normalizar la condición de la sangre. 

Si se sufren enfriamientos, catarros y afecciones de los pulmones, debilidad general y nerviosidad, fricciónese el cuerpo por las mañanas con una esponja o toalla mojada en agua fría. 

Séquese en seguida sin dejar la menor humedad en la piel y frótese rápida y vigorosamente con una toalla seca y después con las manos hasta que la piel quede suave y aterciopelada. Envuélvanse los pies con un tejido de seda blanco o drilo y pónganse las medias encima. Antes de dilatar los pulmones debe salirse al aire libre o ventilar la habitación por completo, no olvidando que tanto en verano como en invierno se ha de dejar la ventana del dormitorio un poco abierta teniendo la precaución de colocar la cama fuera de la corriente de aire. Colóquese el cuerpo perfectamente derecho; la cabeza echada un poco hacia atrás; el pecho alto y saliente y los omoplatos en posición baja, las manos abiertas como para asir un objeto colocado un poco más abajo de su alcance. Consérvense los músculos de la cara completamente flojos y la boca cerrada. 

Inhálese por la nariz tanto como sea posible, pero sin esfuerzo ni tensión en ninguna parte del cuerpo. Si se siente dolor o molestia en los costados o en el pecho, consiste en insuficiente relajación. Corríjase la posición del pecho, póngase la columna vertebral más derecha, cuyo peso gravita sobre la pelvis, y las rodillas encorvadas moderamente. Cuando se hayan llenado los pulmones en toda su capacidad, levántense los brazos en movimiento circular, tan alto como pueda hacerse sin la menor molestia y al mismo tiempo, muévase la lengua, como si se masticase, chúpense los labios y tráguese la saliva que se ha acumulado en la boca. Un momento antes de exhala bájense los brazos echándolos hacia atrás, y exhálese lentamente hasta el último extremo. Repítase este ejercicio siete u ocho veces. Una vez aprendido, se hará este ejercicio con gusto y regularidad porque los beneficios que de él se derivan, exceden a las más halagüeñas esperanzas. 

Ensáyese si se puede prescindir del desayuno. Si no es posible desayúnese con fruta o tómese Barley Wisdom o cualquier otro brebaje hecho con una simiente que guste. En cuanto se hayan hecho los ejercicios y prácticas indicadas, debe ocuparse en trabajos corporales, si es posible por espacio de unas horas, antes de tomar alimento. La salud mejorará con ello. No se debe estar nunca desocupado; procúrese trabajar en cosas útiles sin consideraciones de orden económico. Cuando no se tengan trabajos manuales en que ocuparse, atiéndase al cultivo de la inteligencia. Paséese al aire libre observando con atención todo cuanto se ponga en contacto con los sentidos. 

Evítese todo género de críticas y discusiones tanto sobre asuntos públicos como particulares. Incitar debates o dejarse llevar por ellos, demuestra falta de carácter y en espíritu fluctuante. Considérese todo con serenidad y espacio sin precipitarse nunca en formar juicios. Hágase lo posible por ser dueño de sí mismo y conservar buen humor y una disposición agradable, cantando o tarareando una melodía de vez en cuando. 

Mientras se trabaja debe concentrarse la atención en el trabajo y ejecutarlo con la mayor perfección de que se sea capaz, poniendo en él las ideas más nobles y puras que se reflejarán en uno mismo en justa recompensa. 

Por muchas que sean las ocupaciones a las que tenga que atenderse, cada hora deberán suspenderse por un momento para desalojar el aire de los pulmones y hacer unas inhalaciones en regla. Los órganos se colocarán en mejor posición y funcionarán mejor. Por impura que sea la atmósfera debe tenerse presente que la acción orgánica es lo más importante en la respiración y mientras ésta sea bien dirigida el peor aire puede ser saludable; todo lo demás es adicional, pero secundario. Gradualmente comprenderemos la necesidad de respirar de un modo más rítmico y concederemos al estudio del Aliento la importancia que merece y por el cual conseguiremos despertar preciosas facultades latentes que sólo necesitaban un impulso para manifestarse. 

Antes de emprender la práctica de los ejercicios, debemos manifestar que este trabajo no puede compararse a lo que se conoce por "cultura física", aunque ésta haya copiado algunas posturas y material, pero le falta lo capital, que es la concentración y la aplicación del poder del Aliento correspondiente a las posiciones tomadas y a los movimientos del cuerpo. La cultura física es muy útil en cierta extensión, sobre todo para las personas que por su posición social o por ocuparse en trabajos sedentarios no tienen oportunidad para ejercitar los músculos. Las enfermedades serían mucho más raras entre la desgraciada clase adinerada si diariamente ejercitaran sus miembros entorpecidos aserrando tablas. Pero cultura física no basta; se ha de respirar concentrando el pensamiento en el Aliento. Y ahora creemos ha llegado el momento de empezar el primer ejercicio con el fin de establecer la Respiración Individual. 

Como se ha dicho, el hombre ha sido dotado con doce sentidos y la comprensión de lo objetivo depende del estado de los mismos. El sentido de la vista es un factor de los más importantes en la formación de ideas y juicios. Según el aspecto que presentan las cosas al sentido de la visión, así son las conclusiones que se forman. Es, pues, lógico presumir que cuando el sentido de que tratemos sea defectuoso, falte comprensión de las cosas objetivas en un grado correspondiente al del defecto del sentido. 

Poseer clara visión o buena vista es nuestra invocación y nuestro ruego no menos ferviente aunque no lo expresemos con palabras. El primer ejercicio tiene por objeto perfeccionar el sentido de la vista para que nos sea dable distinguir lo verdadero de lo falso, la luz de la obscuridad, la riqueza de. la pobreza. Es posible se piense que se está en condiciones de poder discernir la última, pero quizá no lo primera. Es un error, una ilusión y un perjuicio creer inmejorable y digna de envidia la condición de las clases adineradas. Sus riquezas constituyen su esclavitud y su miseria, y en realidad son los más pobres de los pobres. Esto se demostrará plenamente más adelante, a medida que el sentido de la vista se aclare, se hará a todos comprensible. ¡Manos a la obra, pues, que el tiempo es oro y la vida presente en breve! 

Se revelarán cosas maravillosas que dejarán pasmados aún a los más sabios, quienes, según las Escrituras se volverán tontos por sus propios desatinos, mientras que los que siguen la marcha del Tiempo serán sabios puesto que todo será sencillo para ellos por la habilidad adquirida, habiendo atendido cuando la han oido, la Voz en su tono fundamental (el principio básico del sonido) que es la manifestación de su verdadero Ser. 

Los ejercicios de respiración rítmica tienen como principal objeto el desarrollo de los sentidos y establecer el equilibrio entre las funciones cerebrales y mentales. Nunca deben practicarse de una manera mecánica. 

Y teniendo en cuenta su principal objeto es importantísimo que el cuerpo esté predispuesto a controlar sus beneficiosos efectos. Es también de mucha importancia antes de todo ejercicio rítmico, tener presente que se han de vaciar los pulmones por completo para, de esta manera, depurar la sangre de todo ácido carbónico que contenga en suspensión. Ello se consigue recitando algunos versos de una sola exhalación, en la forma que queda descrita en la Sección Preliminar... 



En http://www.mazdeen.com/docum19.htm

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